Con la llegada del verano, el golpe de calor es uno de los principales problemas al que se ven sometidas nuestras mascotas, ya que tanto perros como gatos son mucho más sensibles al calor que los humanos.
A pesar de la temperatura, hay ambientes que son propicios para ello como son los espacios reducidos y/o mal ventilados como el coche, una habitación, un balcón, el trasportín...
Para evitar que nuestra mascota sufra uno hay que actuar con sentido común. De todos modos, es importante recordar:
- Dar de beber al animal regularmente para evitar la deshidratación. El agua se debe renovar a menudo y se debe administrar en pocas cantidades.
- No dejar al perro o gato encerrado dentro del coche.
- Sacar a pasear al perro en los momentos de menos calor y evitar que haga mucho ejercicio.
- No encerrar al perro o al gato en una habitación pequeña sin ventilación.
- Si el perro vive en el jardín, debería tener una sombra en la que cobijarse.
- En verano, es mejor darle la comida al perro por la noche porqué después de comer, los perros, son más propensos a sufrir colapsos.
- En caso de salir de viaje, es aconsejable llevar abundante agua y hielo. Si vemos que el animal se estresa, podemos colocar en el suelo del trasportín, toallas húmedas.
Golpe de calor en perros y gatos
Agua fresca, sombra y poco ejercicio a las horas de más calor